Polen:

• Algunas hierbas están estrechamente relacionadas con plantas que producen polen. Las personas alérgicas al polen, como la fiebre del heno, pueden experimentar una reacción al entrar en contacto con determinadas hierbas. Por ejemplo, la artemisa y la ambrosía son alérgenos notorios para las personas alérgicas al polen.

Proteínas vegetales:

• Las especias pueden contener proteínas vegetales que pueden provocar reacciones alérgicas en personas con sensibilidad a esas proteínas específicas. Por ejemplo, algunas personas pueden ser alérgicas a la proteína del cilantro o el perejil.

Aceites esenciales:

• Los aceites esenciales de algunas hierbas, como la melisa o la menta, pueden provocar irritaciones cutáneas o reacciones alérgicas en personas con piel sensible.

Reactividad cruzada:

• Algunas hierbas pueden provocar reacciones cruzadas en personas con alergia a determinados alimentos. Por ejemplo, las personas alérgicas a la ambrosía pueden experimentar una reacción al comer apio, zanahoria, perejil o hinojo, que comparten los mismos alérgenos.

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Es importante tener en cuenta que las alergias pueden variar de una persona a otra, y que no todas las personas reaccionan igual a las mismas especias. Si sospecha que es alérgico a determinadas hierbas, es aconsejable que un alergólogo o un profesional sanitario experto en alergias le realice una prueba de alergia. Ellos pueden ayudarle a identificar los alérgenos específicos y aconsejarle sobre las medidas adecuadas que puede tomar para evitar reacciones alérgicas.